jueves, 25 de junio de 2009

POEMA DE JORGE EDUARDO EIELSON






tomado de :
habitación en roma (1952)

jorge eduardo eielson



et quae tanta fuit roman tibi causa videndi

virgilio



elegía blasfema para los que viven en el barrio de san pedro y no tienen qué comer


señores míos
por favor
traten de comprender
detrás de esa pared tan blanca
no hay nada
pero nada
lo cual no quiere decir
que no haya cielo
o no haya infierno
sería como confundir el sol
con un silbido
o con el propio cigarrillo
(no haber visto nunca el cielo
significa solamente
no tener dinero
ni para los anteojos)
pero que detrás de esa pared tan blanca
circule un animal tan fabuloso
arrastrando según dicen
siempre radiante
siempre enjoyado
un manto de cristal siempre encendido
y que su vivir sea tan brillante
que ni la vejez
ni la soledad
ni la muerte
amenacen su plumaje
no lo creo
ni puedo concebir tampoco
que además sea invisible
o demasiado parecido
al cielo azul
al árbol verde
al fruto rojo
al pan dorado
un animal tan milagroso
carecería de vientre
no tendría tantos hijos
negros blancos amarillos
que amanecen diariamente
con la cara ensangrentada
y los brazos amarrados
con la lengua acuchillada
y el estómago vacío
un animal así
no tendría el hocico sedoso de los vendedores de gracias
y ataúdes y estampas y souvenirs de instantes perfectamente
olvidados bajo un cenicero o una postal de san pedro
una bestia semejante
tendría alas además
pero no alas de plumas encendidas
qué tontería
sino membranas divididas netamente
por la naturaleza
a izquierda y derecha
simétricamente dispuestas para volar un día
por sobre la pared tan blanca
por sobre el hambre y la guerra
o más humildemente
por sobre el resfriado y el cáncer
no señores míos
créanme realmente
detrás de esa pared tan blanca
no hay nada
pero nada
una criatura tan perfecta además
no podría vivir encerrada
toda una eternidad
en un lugar tan hediondo
no podría vivir
alimentándose tan sólo
de su propio cuerpo luminoso
cómodamente tendido
en la gran pompa celeste
como si se tratara
de una espléndida ramera ya cansada
llena de mil hijos de mil padres olvidados bajo un cenicero
o una postal de san pedro valle giulia



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Jorge Eduardo Eielson (Lima, 13 de abril de 1924 - Milán, 8 de marzo de 2006) es considerado uno de los mayores poetas y artistas latinoamericanos del siglo XX.El conjunto de su obra poética se ha editado tres veces con el título Poesía escrita, primero en Lima en 1977, luego México, en el año 1989 y posteriormente en Colombia, en 1998. Además, en 2005 la Pontificia Universidad Católica del Perú elaboró una edición especial con toda su obra poética, sumada a selecciones de sus trabajos en prosa y reproducciones de su creación plástica.
ObrasPoesía:
Reinos (1944) Antígona (1945) Primera muerte de María (1949) Tema y variaciones (1950) Habitación en Roma (1958) Noche oscura del cuerpo (1959) Ceremonia solitaria (1967) Pytx (1980) Sin título (2000) Celebración (2001) Narrativa:
El cuerpo de Giulia-no (1971) Primera muerte de María (1988) Teatro:
Maquillage(1946) Acto final

domingo, 21 de junio de 2009

DANZA. Autor: Luis Fernando Cuartas

pintura de pollock

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Es de noche, los pies han caminado interminablemente, hay cansancio y un ligero agotamiento se nota en todo el cuerpo. Un ritmo sanguíneo se siente fluir por las arterias, bombea el corazòn con màs rapidez y una palabra queda colgada del aliento que jadea. No estoy trastocado, salvo que siento que la danza apenas ha iniciado. Las calles se angostan, el ruido de los carros fabrican sinfonias, un grito lejano da cuenta del hechizo de una conversaciòn que apenas ha iniciado. La danza es vértigo y acciòn, comulgan los pies con las avenidas, con las idas y venidas de dos transeùntes que apenas se conocen sólo andando. La danza está en los sueños, en una algarabìa de notas desparramadas sobre una partitura de cemento. Hay risa, la escondida risa de una amistad que se reconoce en cada paso dado.Es el arte de danzar con las presencias, la atroz ternura que espanta y que redime, la caricia ligera de una nota safada de la corchea negra de un pensamiento que se dice entre silencios. ¿Cómo saber cuál es la danza secreta, si apenas comprendo la música secreta de los pies? Apenas sé bailar, sólo hago piruetas y me encojo de hombros cuando me doy cuenta que siempre hago el oso. Una rìdicula escuela de desparpajos me acompaña, aprendo porciones de un ritmo milenario, ese nihilsta gesto de una danza entre las sombras. Gurdieff, Isadora Duncan , Anna Pavlova, Rudolf Nureyev, todos los sufis del mundo, los que escriben con los pies y sueñan, los que bailan en un cero, los que agitan el cuerpo mientras caminan descubriendo infiernos, los que manchan la pared con sus tacones, los que descalzos trazan geografías en la esfera de los desplazamientos, los que simplemente danzan mietras yo camino absorto entre las calles que me hablan a gritos de hambre y de balazos. Yo camino, alguien danza entre los despojos de mi rítmica noción de vagabundo. La calle habla sola, mis pies caminan hacia mi propia lejanía, yo espero la danza que acompañe esta extraña y bella travesía.








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Luis Fernando Cuartas (Colombia, 1959). Fundador de Taller de Luna, grupo de escritores de la Universidad Nacional. Cofundador de la Revista Punto Seguido, de la ciudad de Medellín, Colombia. Coordina un espacio en la Radio Universitaria sobre poesía y música. Dirige la Fonoteca de la Universidad Nacional, sede de Medellín. Contacto: lfcuarta@gmail.com.