domingo, 9 de octubre de 2011

Tres poemas de Ophir Alviárez




EFERVESCENCIA

Abro la puerta y el viento pasa y me agasaja. Convertida en el aullido de la perra que me consume, sólo sé de la sangre que brota por orificios convenidos y no añade valor alguno a la esclava. Quiero ser amable y soy furia, rozo los límites de lo perverso y hay malicia, molicie, pegoste en mis cutículas. Abro la puerta y el viento es una ola con mil lenguas: papilas ansiosas del sabor de mis rincones. Blanco móvil acepto el acierto del guijarro, el abismo de otras bocas, la huella que se mira sin el paso. Vestigio de los miedos de ancestro, de las ganas de hoy, oigo burbujas en la entrepierna, pirañas que escupen la carne y la maldicen. Abstinencia del que la padece porque las comparaciones son injustas y he conocido a un hombre que me poseyó no en sueños, una a una reviento las pompas y el viaje no tiene venida porque no hay retorno cuando me parezco a él y gime el reto en la curvatura de la esfera




ONÍRICA

Mi cotidianidad se vuelve onírica. Abro los ojos y sueño, los cierro y el desparpajo de una voz se afinca en la escisión entre las piernas como cuando era otra y me llovía en procura de un pacto que trascendiera el lugar común y succionara los peces. Hay un itinerario que no confunde y pedacitos de vidrio que se nutren de luz; no sé usar zapatos y arrodillada hace mucho que no sé de solaz pero tengo las babas viscosas y la moral de turno se burla del resabio de dos dedos que no toman posesión de altar pagano. Y digo turno y el vicio del círculo me vuelve gato, hembra con ganas, con la cola por la situa clausurada porque el ábrete sésamo no forma parte de la repartición de bienes y vienes y entra la sombra, el rumor mortecino, el contrato sin firmas, el verso largo, el juicio corto, la fuga, la sílaba tónica, la pretendida confianza en el símbolo de  al que el ingenuo insiste en apoyarse porque yo no pertenezco, hay un orificio por el que me escapo y ululo, me torno poza, soborno, arrechera y boca abajo un eco se duerme en la nuca, rebota en lunares y cuando el demonio brinca, yo entelequia capeo el temporal




GEOTROPISMO NEGATIVO

Los tonos de las voces me desarman, el siempre de un desconocido, el secreto de otro, la mirada de un gato que persigue mis huellas; la calle oscura, los objetos punzantes, los amores antiguos, las letras de un mismo bolero. Un autógrafo, la sonrisa evidente, la evidencia del que se decide, la sensibilidad del músico, el enigma en las líneas de las manos, el abismo del que se sabe adulado; la necesidad de un cable que me conecte a Tierra porque es peligroso deambular y reconocer debilidades me vulnera y presa fácil débil y  devil me vuelvo migajas, paredes de adobe prontas al aire, a la boca del lechón que sopla y tumba, pasa y se sienta cuando sentir es un verbo tan peligroso como deambular si ya no tienes veinte años y la lengua sigue paladeando cicatrices y memorias porque la saliva sana y esta noche moja mi frente cual agua bendita que nos germina pero aquí el árbol tiene las raíces expuestas y es indudable que mi geotropismo insiste en ser tan negativo.




Ophir Alviárez   nació en Venezuela en 1970. Escritora venezolana corresponsal de páginas literarias y suplementos culturales. Ha publicado Escaleno el triángulo (Editorial La Escarcha Azul, Asociación de Escritores de Mérida, 2004) y Ordalía o (La pasión abreviada) (Fondo Editorial del Caribe, 2009). 

Sus textos han sido incluidos en la I Antología de Poesía de la Asociación Casildense de Escritores (Argentina, 2004); en las I y II Antología de Poesía de la Asociación de Escritores de Mérida, (Venezuela, 2004, 2005). en la I Antología de Narrativa de dicha asociación, (Mérida, 2006); en la V Antología y en la Edición Oro del grupo español Sensibilidades (Madrid 2004, 2005); en Conjuro de Luces (México, 2006) y en la Antología de Poesía Joven Venezolana, edición bilingüe traducida al árabe (Casa de las Letras Andrés Bello, Biblioteca Ayacucho, Universidad Libanesa Internacional, 2009). Muestra de su obra ha sido reseñada en diversas revistas literarias. Vive en Houston Texas.